La orden salió hace apenas unos días directamente de Génova y fue transmitida a todos los coordinadores electorales autonómicos y provinciales. En esa reunión también se habló de la manifestación del 31 de enero y de cómo se pudieron pagar todos los autobuses que llegaron ese día a Madrid.

En esta orden de vigilancia entra en juego un elemento clave: el crowdfunding, un método de recaudación de dinero a través de Internet muy utilizado por Podemos para financiarse. En las europeas, recaudaron con este sistema 114.000 euros para su campaña.

Ahora, con la nueva legislación sobre partidos, se va a regular. ¿En qué se traduce esto? A partir de ahora, el dinero obtenido por crowdfunding será considerado como una donación y tendrá las mismas limitaciones. No podrá destinarse a proyectos concretos, porque la ley prohíbe donaciones anónimas, finalistas o revocables, y tendrá que integrarse en una única cuenta destinada sólo a los donativos de particulares.

Así, el PP pretende controlar muy de cerca cómo se financian, porque la nueva ley restringe este crowdfunding, clave para Podemos. La orden es más que clara: estar muy atentos a sus movimientos y dar la voz de alarma ante cualquier sospecha.