La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha cifrado en doscientas las plantas hidroeléctricas que podrían sumarse a una posible compañía energética pública.

Así lo ha asegurado en Al Rojo Vivo, donde ha apuntado que estas plantas, cuya concesión termina a lo largo de la década, podrían gestionarse de manera directa por el Estado. Dos de ellas producen más de 20 MW y la concesión termina en menos de dos años.

"Las condiciones en que se aprobó ese contrato no tienen nada que ver con la realidad y las necesidades de hoy, el volumen de agua, la posibilidad del almacenamiento con bombeo...", ha destacado la ministra. "Estamos estudiando desde hace ya unos meses desde Energía y Agua cómo hacerlo mejor, con independencia de si puede ser llevada por empresas privadas o si se trata de una gestión directa por parte de una empresa pública o las Confederaciones".

En este sentido, la ministra ha señalado que ya hay varias plantas cuya concesión ha expirado y están siendo explotadas por las Confederaciones Hidrográficas. "De lo que se trata es trabajar de manera diferente actualizando la demanda y los servicios", ha insistido, dándose un plazo para que vea la luz "en las próximas semanas y meses".

Por otro lado, la vicepresidenta ha asegurado que esta compañía pública no significaría que el Estado subvencionaría parte de la electricidad: "No podemos vender por debajo del precio, porque eso sería considerado ayuda de estado y podría tener un tamaño significativo".