Familiares de ancianos en la residencia de San Juan de Aznalfarache (Sevilla) piden que intervenga allí Médicos Sin Fronteras para frenar la propagación del coronavirus. Denuncian que no les cuadra el dato oficial de la Junta de Andalucía, que cifra en 24 los residentes fallecidos hasta el 6 de abril. Desde entonces, oficialmente no hay ningún caso nuevo, pero ellos sostienen que el número va subiendo.

Rosa tiene 82 años y reside en el citado centro. Manuel Borrego, su hijo, denuncia la falta de información que han recibido las familias. "Desde el minuto uno no nos daban información", afirma. "Hemos pasado a una segunda fase, viendo que los fallecimientos seguían creciendo, que es buscar ayuda en una ONG que demuestra dilatada experiencia en el control de epidemias, que es Médicos Sin Fronteras", agrega.

La ONG les ha comunicado su disposición a asistirles, explica, y ahora ha remitido un escrito firmado por 800 personas para pedir "a quien competa" que contacte con MSF "para que presten su ayuda y sus conocimiento a la ruptura de la cadena de contagios". Sin respuesta, por ahora.

Según relata Manuel, se enteraron de la situación del centro por una trabajadora que les llamó "bastante alterada" el 24 de marzo. "Nos cuenta que oficialmente en los medios había tres casos positivos, una persona hospitalizada y dos en cuarentena en la propia residencia" cuenta Manuel, que indica que esta trabajadora les reveló que en realidad "había 12 fallecidos" y 60 casos positivos de COVID-19.

Su madre también ha dado positivo y "aparentemente está bien", aunque muestra síntomas, entre ellos fiebre. "En la residencia nos han dicho que es provocado por una infección de orina, pero es que así tenemos testimonios de muchos residentes y han acabado en fallecimiento", asevera Manuel.

Ante esta situación, piden la ayuda de MSFpara frenar la cadena de transmisión: "Es una súplica, una llamada de auxilio", concluye este familiar.