Aunque los sindicatos quieren "más subida del salario mínimo", el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, considera que la pactada con el Gobierno y la CEOE "es un paso muy importante en este camino para llegar en 2023 al 60% del salario medio".

En cualquier caso, ha resaltado que la subida "es un aumento positivo" y ha destacado como "valor añadido muy importante" el hecho de que haya sido consensuado con los empresarios. "Las patronales han estado de acuerdo y, por tanto, la aplicación va a ser ordenada, tranquila, no como ocurrió con el anterior salario mínimo, que tuvimos muchas dificultades para llevarlo a los convenios colectivos", ha indicado.

Así, Álvarez ha considerado que esta experiencia "abre una senda positiva para los diálogos sociales", de cara también a negociar una derogación de la reforma laboral y otras cuestiones relativas a industria, energía o cambio climático.

El líder sindical asimismo ha precisado que sus aspiraciones en lo que respecta a futuras subidas del SMI estarán "sin ningún lugar a dudas, por encima de los 1.200 euros". Algo que, ha dicho, "sería una manera moderada de acercarnos a la situación del entorno europeo".

En respuesta a quienes aseguran que la subida del SMI destruirá empleo, Álvarez ha señalado que "España tiene que superar la situación de los últimos años de basar su competitividad en bajos salarios" y ha reivindicado la necesidad de "superar esta situación de pobreza laboral".

"Todo lo que va al Salario Mínimo Interprofesional va directamente a las familias y las familias lo dedican directamente al consumo", ha afirmado, añadiendo que "si hay consumo, hay creación de empleo porque se genera más riqueza".

"No es una catástrofe que las personas tengan más dinero para poder gastar, consumir de manera moderadamente y que eso genere empleo", ha concluido, asegurando que esta es "una buena rueda en un momento en que la economía internacional no está en el mejor momento".