El Banco de España ha reclamado al futuro Gobierno que haga una reforma de pensiones de calado para hacer frente al aumento de la edad media de la población, tocando ingresos y gastos, de forma que se garantice la sostenibilidad del sistema sin trasladar su coste únicamente a las generaciones futuras.

El economista José María O'Kean recalca que el Banco de España ve como un problema que tenemos un votante con una edad media de 45 años que en poco tiempo va a estar cerca de la jubilación y no votará nada que no le sea conveniente en materia de pensiones, por lo que se puede "complicar la viabilidad del sistema actual".

Según cuenta, la institución se niega a ligar el aumento de las pensiones al IPC porque sería una subida sistemática que con los contratos de cotización baja y la sustitución de trabajadores por tecnología no se va a poder afrontar.

Por eso, O'Kean cuenta que se pide que la gente se jubile mucho más tarde y que se siga permitiendo estar en el puesto de trabajo a los trabajadores mayores.

Y por último, se introduce el concepto de la hipoteca inversa por el que una persona que compra una casa la podría disfrutar él, pero no sus hijos. Esta medida consiste en que el banco va pagando a una persona mayor por su casa a partir de los 65 años y, de esta manera, este tiene más ingresos pero la casa pasa a pertenecer al banco cuando muere. Para que los herederos consigan la casa, deben devolver al banco lo pagado.