Santiago Suárez, exbrigada de Salvamento Minero, asegura que el equipo de mineros está acostumbrado a trabajar en condiciones complejas. "Sólo el equipo de respiración pesa 14 kilos. Tendrán que ver in situ cuál es la manera más rápida de avanzar ahí abajo", explica Suárez.

Una vez en el túnel vertical, los mineros tendrán que excavar a mano un túnel horizontal de cuatro metros. "Se baraja hacer a mitad de túnel un sondeo con una perforadora automática para meter una cámara con la que localizar al niño".

Se trata de una operación completamente estudiada y ensayada por el equipo minero, "son profesionales entrenados para desenvolverse por espacios confinados".