La ola de frío que ha llegado tras la borrasca Filomena ha dejado en Checa (Guadalajara) una temperatura de 33,6 grados bajo cero esta madrugada, una mínima histórica.
Sin embargo, a pesar de esta peculiar situación meteorológica, esta localidad de casi 300 habitantes no se ha quedado aislada ni ha sufrido problemas en cuanto a movilidad o a prestación de servicios.
Así lo ha trasladado su alcalde, Jesús Alba, en esta entrevista de Al Rojo Vivo. "Estamos acostumbrados a temperaturas muy bajas y estamos preparados para no quedarnos aislados. En ningún momento se ha dado una problemática de movilidad", ha apuntado.
Según nos ha explicado, las Administraciones se organizan para resolver los problemas que se puedan dar en las carreteras y "la gente del pueblo sabe cuándo empezar a retirar la nieve" para que todo funcione "con normalidad".
Además, asegura que una vez superas una temperatura mínima, ya no notas el descenso en los termómetros. "Si no hace mucho aire, a partir de 7 grados bajo cero, ya todo es lo mismo", ha añadido.
Sí han sufrido algún problema con las líneas telefónicas debido a la congelación de los repetidores, pero en unas horas ha quedado solventado. Sí ha advertido de que las casas que estén vacías pueden sufrir averías debido a la congelación de las temperaturas.