El subidón del precio de la luz nos pilla en medio de una ola de calor que ha empezado este miércoles y nos va a acompañar durante seis días. Alejandro Marín, portavoz de la OCU, ha sido entrevistado en Al Rojo Vivo para contarnos cómo podemos hacer para reducir nuestro consumo de electricidad en un contexto de elevadas temperaturas.

Existen algunos trucos que nos pueden ser de utilidad para evitar recibir a final de mes una factura estratosférica. En primer lugar, el portavoz recomienda evitar el uso de electrodomésticos en standby, lo que supone el ahorro aproximadamente un 10% de la energía que consume un hogar anualmente.

Si nos vamos de vacaciones durante estos días, es aconsejable apagar todos los electrodomésticos y dispositivos, algo que puede suponer un ahorro de hasta 7 euros. De la misma forma, si queremos vaciar el congelador o el frigorífico podemos alcanzar una rebaja en la factura de hasta 7 euros. En el mismo caso, un termo eléctrico supone hasta 10 euros de ahorro con el simple hecho de desconectarlo.

El aire acondicionado en la factura de la luz

Los aparatos de aire acondicionado consumen excesivamente. Cabe decir que algunos son más eficaces, por lo que debemos revisar su certificación energética y su consumo, evitando usarlo en horas punta. Es cierto que, según el patrón del Ministerio, tan solo el 30% de nuestro consumo se efectúa en estos picos. No obstante, es necesario recordar que los hábitos de los hogares deben asumir una adaptación progresiva.

La drástica subida de la luz afecta a 10 millones de personas en nuestro país: aquellos que firmaron una tarifa regulada, aunque Marín ha puntualizado que también nos puede afectar si tenemos una tarifa en el mercado libre indexada al mercado mayorista. En este contexto, son muchos los que piensan en llamar a sus compañías para marcharse al mercado libre. Ante esto, Marín recomienda a los consumidores aprovechar para conocer qué tarifa se han contratado.

Revisar nuestras tarifas de la luz, clave

Una vez que tengamos estos datos, debemos revisar algunas cuestiones. Existen varios comparadores, entre ellos el de la OCU, que nos permiten buscar la mejor alternativa de consumo para nuestras necesidades.

Alejandro Marín defiende que no debemos demonizar la tarifa de mercado regulado. El histórico nos dice que es más fácil acertar con esta tipología. Aproximadamente el coste de elegir una mala tarifa eléctrica puede suponer unos 230 euros anuales para un consumidor.

El coste de elegir una mala tarifa eléctrica puede suponer unos 230 euros anuales para un consumidor.

Además, la OCU aconseja revisar el término de potencia, correspondiente a la parte que pagamos fija. Cada kilovatio que logremos reducir supone un ahorro de 50 euros anuales. Esto puede efectuarse instintivamente. Si no nos salta el contador, ese interruptor de potencia es un indicador de que no utilizamos toda la energía contratada. Por si fuera poco, las facturas nos permiten observar nuestros picos de consumo, de esta forma conocemos con exactitud nuestra necesidad de potencia.

Según los cálculos de Marín, el recibo de la luz de agosto va a ser todavía más alto que el de julio. Con la media actual de 110 euros, vamos a recibir la factura más cara de la historia. Habrá que someter los cálculos a revisión, aunque se prevé que obtendremos unos datos muy negativos para los consumidores.