El periodista de Newtral.es Mario Viciosa explica la propagación de una epidemia como el coronavirus comparándola con la leyenda del inventor del ajedrez, que pidió ser recompensado por su invento con trigo: un grano en la primera casilla y, a partir de ahí, el doble en cada casilla consecutiva. Siguiendo esta progresión geométrica, en la casilla número 64 le correspondían nueve trillones de granos de trigo.

Aplicamos esta fórmula al coronavirus: una persona contagiada puede contagiar a otras dos. Esos dos infectados, a su vez, pueden contagiar a otras dos personas y así sucesibamente.

Aunque no hay nueve trillones de habitantes en el planeta, ¿terminaríamos, por esa regla, todos infectados? La respuesta es no, puesto que la gente se va curando y en algún momento se espera disponer de una vacuna.

No obstante, este tipo de crecimientos exponenciales nos dan una idea de lo relativamente fácil que es que se extiendan determinadas enfermedades en poco tiempo.

Aplicando un ejemplo de estadística al plató de Al Rojo Vivo, ha destacado el divulgador, si los seis presentes estuvieran contagiados, cinco experimentarían síntomas leves que no requerirían hospitalización. Uno, en cambio, desarrollaría una neumonía más grave. Sin embargo, estadísticamente, es casi seguro que esa persona no moriría.