Carmen Calvo, vicepresidenta del Gobierno en funciones, sostiene que la decisión adoptada por el Supremo de avalar la exhumación de los restos de Franco era "lo más lógico" y se muestra "satisfecha" con la sentencia del TS.

La vicepresidenta ha adelantado que el Gobierno intentará exhumar los restos de Franco antes de la campaña electoral. "No puede haber perdón ni paz si no hay justicia, y esto es un acto de profunda justicia", ha añadido.

Calvo ha contado que fue ella quien a Sánchez, en Nueva York: "Lo he despertado. Me ha dicho que era una magnífica noticia".

Calvo explica que ha sido ella quién le ha comunicado a Pedro Sánchez la noticia. "Estaba muy satisfecho. Lo he despertado y me ha dicho que era una magnífica noticia para España y para nuestra democracia".

"Somos el Gobierno de España y tenemos un procedimiento administrativo que concluir y una sentencia que ejecutar. Sólo cabe el respeto a la democracia", ha explicado Calvo, que sostiene que el Vaticano y la iglesia católica no pondrán oposición a la exhumación y "no tiene nada más que añadir".

Además, en su próxima visita al Vaticano, Calvo apunta que abordará esta cuestión.

Decisión histórica del Tribunal Supremo

El Supremo ha dado luz verde a que los restos de Franco salgan del Valle de los Caídos. Se desestima así, de forma íntegra y por unanimidad, el recurso de la familia Franco y se decide que los restos sean reinhumados en el cementerio de El Pardo-Mingorrubio en contra del deseo de la familia.

Los seis magistrados del Supremo entienden que, con esta decisión, el Gobierno no vulnera los derechos de la familia Franco.

No obstante, todavía quedan por resolver los recursos presentados al Constitucional y Estrasburgo, aunque no paralizarían la exhumación.

Vox habla de "profanación" y de una sentencia "peligrosa"

Por su parte, Rocío Monasterio, presidenta de Vox en la Comunidad de Madrid, considera que la sentencia del Supremo es una "profanación" y ha aludido a la "libertad de unos familiares a enterrar a sus muertos donde quieran".

Según Monasterio, esto "no lo tiene que decir un gobierno" e insiste en que "da igual si la familia se apellida Franco, si se apellida Sánchez o si se apellida González" "Es una cuestión de libertad", ha añadido.