Baltasar Garzón afirma que la declaración de Rajoy en el juicio del 'procés' es lo contrario de lo que debería hacer un testigo, porque como "presidente del Gobierno debía conocer los hechos", ya que la exvicepresidenta y los ministros debían "darle cuentas" de las decisiones que tomaban.

"Un ejemplo es que Urkullu ha dicho lo que hubo y eso no es ni malo ni bueno", explica Garzón, que añade que lo único que supone es decir lo que pasó y eso "avala la ausencia de violencia y de los tipos penales más graves".

Para él, "quizá nunca deberíamos haber llegado a estos testimonios ni a que existiera este juicio" y aunque respeta la independencia judicial, piensa que "por lo visto hasta ahora, no veo delitos de rebelión ni sedición".

"Comparar un escrache sufrido con una violencia que justifica una rebelión es un poco fuerte". sentencia.