El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, cree que la subida del salario mínimo pactada con el Ejecutivo y los sindicatos "es un buen acuerdo". "Lo más importante es que esto ha estado en el diálogo social, que hemos hablado y nos hemos puesto de acuerdo", ha destacado.

Así, aunque ha admitido que "a unos les parecerá que podría haber sido un poco más" y que él mismo considera que "podría haber sido un poco menos", el líder de la patronal ha considerado que se ha alcanzado "el punto de equilibrio". "Era nuestra obligación", ha agregado.

"Tenemos que trabajar juntos para que este país funcione mejor", ha manifestado Garamendi, que a corto plazo no baraja negociar más subidas. "Estamos en un momento delicado desde el punto de vista de la economía, que hay que cuidarla entre algodones -ha advertido-, este año ahí está donde está, el año que viene volveremos a sentarnos".

En lo que se refiere a los contactos con el nuevo Gobierno, durante la entrevista en Al Rojo Vivo Garamendi ha admitido que tiene "una muy buena relación personal" tanto con la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, como con Pablo Iglesias.

"No es que tomemos tantos cafés como se dicen, pero es el vicepresidente del Gobierno, yo soy el presidente de los empresarios españoles y, como no podía ser de otra manera, mi obligación es hablar con él y la suya conmigo", ha asegurado sobre este último. "Tenemos muchas diferencias de criterio pero también tenemos voluntad de poder entendernos", ha apostillado.

Así se alcanzó el pacto del SMI en tiempo récord

A este respecto, los contactos entre el Ejecutivo, la patronal y los líderes sindicales han sido claves para alcanzar un acuerdo sobre el salario mínimo en tiempo récord: apenas nueve días.

Según ha podido saber laSexta, Pedro Sánchez y Pablo Iglesias pactaron en diciembre, en el marco de las conversaciones para formar gobierno, que la subida fuera a 950 euros, a pesar de que Unidas Podemos inicialmente quería que se alcanzaran los 1.000. No obstante, ambos líderes coincidieron en priorizar un pacto con acuerdo de los agentes sociales.

Una tarea que Sánchez encomendó al vicepresidente segundo y a Yolanda Díaz, en coordinación con la vicepresidenta económica, Nadia Calviño. Así, desde que tomó posesión como ministra de Trabajo, Díaz comenzó a reunirse y a hablar de forma frecuente con los sindicatos y la patronal.

Aunque esta última no era favorable a la subida, tampoco opuso un rechazo frontal, al considerar asumible una cuantía inferior a los 1.000 euros. Hace una semana, Iglesias habló personalmente con Garamendi, una conversación en la que el acuerdo, cerrado este miércoles, quedó prácticamente apalabrado.