La tregua acordada por Israel y Hamás para el intercambio de prisioneros y rehenes está dejando imágenes de lo más emotivas en la zona de conflicto, ahora, y temporalmente, epicentro de los reencuentros entre familiares y amigos que hasta hace unas horas estaban retenidos por uno y otro bando. Es el caso de una madre que ha podido ver por fin a sus dos hijas de ocho y 15 años, que estaban secuestradas por el grupo palestino. Desde el 7 de octubre, la mujer no sabía dónde y cómo estaban las pequeñas.

La misma emoción que vivía una madre palestina al recibir a su hijo adolescente, apresado hasta este lunes por las fuerzas israelíes. Lágrimas, besos y abrazos que muestran mínimas cuotas de esperanza en un conflicto con un balance trágico. Desde que se firmó la pausa humanitaria, Hamás ha liberado a 69 rehenes cautivos en Gaza, mientras que Israel ha excarcelado a 150 presos palestinos, muchos de ellos menores, que mantenía en distintas cárceles del país.

En el último día de tregua antes de renovarse la misma, Israel dejó en libertad a tres mujeres y 30 menores palestinos a cambio de los 11 rehenes que unas horas antes había liberado Hamás. Para este martes, la milicia palestina ya ha entregado una lista con los nombres de otras diez personas que mantiene secuestras y que plantea liberar en las próximas horas en ese proceso de intercambio con los civiles palestinos que continúa teniendo apresados Israel.

En contraposición a la felicidad esgrimidas por las familias a uno y otro lado del conflicto, se ha conocido un nuevo balance que confirma la masacre de la guerra: el número de muertos en Gaza desde el 7 de octubre ha ascendido a 15.000 -más de 6.150 son niños y más de 4.000 mujeres-, según las cifras expuestas por Hamás.