Ángeles Caballero, colaboradora de Al Rojo Vivo y periodista de 'El Confidencial', acudió el pasado sábado, a eso de las 19:30, al hospital Fundación Jiménez Cruz de Madrid. La profesional fue por una cita médica, pero su estancia en el recinto coincidió con la noche del fin del estado de alarma. Y allí, en primera línea, relata cómo se vivió en el centro la madrugada del sábado.

"Lo que vi dentro me llamó muchísimo la atención, escuchando y viendo lo que pasó a partir de media noche. A partir de las 00:00-00:30, empezó a llegar gente con síntomas muy claros de ebriedad, de una edad de entre 17 y 20 y pocos años. Y no solo con síntomas de embriaguez, sino alguno que otro con un buen trompazo en la cabeza", relata la periodista.

En este sentido, Caballero destaca el caso de una chica joven, que llegó a urgencias con "la barbilla plagada de heridas". Ante esto, la colaboradora recalca sobre todo el enfado de los sanitarios, cuya actitud se ubicaba entre "el hartazgo y el hastío".

Actitudes desafiantes de los pacientes: "Hubo un vacile y un cachondeo que me pareció fuera de lugar"

Caballero, que estuvo hasta las 4:30 de la mañana en el Jiménez Díaz, cuenta cómo, conforme avanzaba la madrugada, la actitud de las personas que eran atendidas cambiaba radicalmente: "Llegaban por su propio pie, sin mascarilla y en actitud de vacile", expresa.

En este sentido, algunos de los que acudían al hospital, según Caballero, demandaban que desde el centro les proporcionaran una mascarilla, remarcando una actitud desafiante cuando se la negaban: "¿Cómo no va a haber mascarillas si estamos en un hospital?", afirma que preguntaban. Una forma de comportarse "maleducada" y "de cachondeo", subraya Caballero, que puso en jaque a los profesionales sanitarios: "Me pareció que estaba muy fuera de lugar", concluye la colaboradora.