La juez de instrucción número 32 de Madrid ha archivado la investigación sobre la destrucción de los discos duros de los dos ordenadores que tenía en la sede del partido el extesorero del PP Luis Bárcenas, al considerar que los hechos no son constitutivos de ningún delito. La clave, según la juez, reside en que no se ha podido demostrar que los ordenadores pertencían al extesorero. Al estar en Génova los ordenadores, Esperanza Collados considera que pertenecen al PP y que el partido puede hacer con ellos lo que quiera. No ve delito, ni daños informáticos ni encubrimientos pero las acusaciones, pensando que podía pasar esto, presentaron querellas que no se han resuelto.

Según Ernesto Ekaizer, existe un personaje en este asunto, el nuevo fiscal jefe Provincial de Madrid, José Javier Polo Rodríguez, conservador y próximo a Hernández Tejedor y a Torres Dulce que "no pasará ninguna iniviativa".  El periodista cuenta el proceso judicial de los discos duros. Comenta que el juez Pablo Ruz consideraba que había indicios de criminalidad en la destrucción de los discos duros de Bárcenas  y lo manda a Plaza de Castilla. Allí, el fiscal José Javier Polo dice que no hay delito y la juez a día de hoy en el auto afirma que pertenecen al PP. Y añade que no hay ningún delito que encubrir porque no hay ningún delito en la causa de los papeles del extesorero.

Manuel Rico, director de infolibre.es, se muestra sorprendido que esto ocurra."No ha hecho ninguna diligencia la jueza de investigación y es asombroso y además cuando apareció el escrito del fiscal algunos se sorpendieron de esta posición. Y es que, las agendas se han destruído, los libros de visita, los discos duros y ¿no hay destrucción de pruebas?... No se entiende".

"A los ciudadanos les hace poca gracia ver este comportamiento de la justicia" afirma Esther Palomera aunque puntualiza que "el archivo es provisional y remite y devuelve la pelota a Ruz". Palomera considera que todo el proceso "es de broma". "El juez ha estado muy poco hábil en todo esto ya que no ha requerido los ordenadores, no ha entrado en casa del señor Bárcenas ni ha entrado en Génova y han tenido todo el tiempo del mundo para destruir, manipular y construir pruebas nuevas".