Ana Botella ha expresado que es partidaria de limitar las manifestaciones en el centro de Madrid, así lo ha dicho días después de los altercados que tuvieron lugar el 22M. Al respecto, el periodista Carmelo Encinas ha afirmado que se trata de un petición "ilegal, como le ha tenido que recordar Cristina Cifuentes, que además le ha recordado cómo ha efectuado el lanzamiento de la idea, una forma de decirle que no le caliente la silla".

En este sentido, Encinas ha interpretado que existe "fuego amigo, una especie de celopatía política en las manifestaciones de Ana Botella respecto a cómo opera la Delegación del Gobierno". El periodista añade que resulta "triste que una delegada del Gobierno tenga que recordarle a la alcaldesa de Madrid cómo funcionan las leyes y cuál sería el mecanismo para intentar modular la intensidad de las manifestaciones para no perjudicar a la actividad de la ciudad".

Sobre la posibilidad de que las manifestaciones se lleven a cabo en otros lugares que no se correspondan con el centro de la capital, Encinas ha expresado que "tiene sentido que se hagan allí donde se vean, porque no tiene sentido pedir a la gente que se manifieste en el campo".