Leo Messi ya es historia en el FC Barcelona. No volverá a vestir la camiseta azulgrana. Seguramente la salida más dolorosa de la historia del club. Y su marcha no solo perjudicará a la entidad a nivel deportivo, también lo hará a nivel económico.

Hasta 137 millones de euros perderá el Barça en valor de marca: 77 millones de euros es lo que dejaría de ingresar por ingresos comerciales, 17 millones de euros por los partidos que ya no juegue Messi y 43 por la venta de camisetas. Solo por vender las camisetas de Messi el Barcelona generaba unos ingresos de 200 millones de euros.

Joan Laporta reconoció el pasado viernes que la situación económica del Barça es "más grave de lo que se creía". En total la deuda asciende a los 1.200 millones de euros, de los cuales más de 700 hay que saltar en los próximos meses para poder pagar los gastos más urgentes han tenido que cerrar un préstamo de 500 millones con Goldman Sachs.

Los altísimos sueldos de la plantilla se han convertido en un dolor de cabeza para la entidad, ya que superan en 110 por 100 los ingresos del club, y que además no cumplen con el límite salarial.

En 2018 el límite salarial del Barça era de 632 millones, pero por sus problemas económicos ha ido bajando hasta los 348 millones. El principal motivo por el que Messi ha tenido que poner punto y final a su etapa en el Camp Nou.

Messi se despidió este domingo en una emotiva rueda de prensa a la que acudió toda la plantilla del primer equipo, además de la directiva liderada por Joan Laporta. El argentino repitió en varias ocasiones que él sí había hecho todo lo posible para seguir, una frase que no repitió cuando le preguntaron por el club.