La Universidad de Santiago de Compostela ha publicado el primer estudio que analiza los efectos del estrés térmico nocturno que experimenta la población en algunos puntos de España y Europa.

Concretamente, estos van desde la "alteración y privación del sueño", debido a los procesos de termorregulación, hasta un aumento del riesgo de la mortalidad. Y, en este aspecto, la ciudad de Barcelona es la que se lleva la peor parte: tal y como remarca la investigación, es la zona que más estrés térmico experimenta de todo el suroeste de Europa.

Para conocer estos hechos, lo que han hecho los autores del estudio es analizar los datos desde el año 2000 y determinar una temperatura a partir de la cual empezamos a experimentar dicho estrés térmico. Para hacerse una idea, basta con ver los límites en varias ciudades de distintas zonas geográficas: en Bilbao, esa temperatura umbral es de 19ºC; en Madrid, 20ºC; en Sevilla, 22ºC, y en Barcelona 23,1ºC.

La cuestión está en que, desde el año 2000, la ciudad condal ha superado esas temperaturas límite en un 100% de las noches tropicales. Es decir, es la ciudad con mayor estrés térmico nocturno por la subida de las temperaturas. En Sevilla, en cambio, el porcentaje ronda el 67%, mientras que en Madrid esto ocurre la mitad de las veces.

Por su parte, la investigación recuerda que la exposición nocturna puede agravarse en algunas ciudades más que en otras, "debido al efecto de isla de calor urbana o a la pobreza energética", como se vio en París durante la ola de calor de 2003, indican.

En general, los valores más altos se experimentan en ciudades españolas, especialmente en Barcelona y Sevilla, que superan a Oporto, Lisboa o Toulouse. No obstante, los resultados también arrojan que Bilbao es una de las menos afectadas, mientras que la mayor relación entre mortalidad y causas no accidentales lo tuvo Portugal.

El área de estudio incluía 11 ciudades, repartidas entre Portugal (Oporto, Lisboa), España (Bilbao, Madrid, Barcelona, Sevilla), Francia (Marsella, Montpellier, Niza, Toulouse) e Italia (Roma). Los datos de mortalidad incluyen 759.818 muertes no accidentales, 69.208 muertes respiratorias y 236.839 muertes por causas cardiovasculares, que tuvieron lugar durante los meses más cálidos (mayo-octubre) en las 11 ciudades.