Uno de los puntos clave de la guerra en Ucrania es la central nuclear de Zaporiyia. Las autoridades ucranianas han alertado de los peligros que podría ocasionar un ataque ruso sobre la central, que dejaría muy atrás a la catástrofe de Chernóbil y tendría efectos todavía más devastadores.

Como vemos en el vídeo que acompaña a estas líneas, la central de Zaporiyia cuenta con 18.000 elementos combustibles repartidos en los seis reactores de la instalación. Para que veamos la diferencia, recordemos que Chernóbil tenía 2.200 elementos combustibles.

Desde el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales de Ucrania, trasladaron que la zona de exclusión en caso de catástrofe nuclear sería de 30.000 kilómetros cuadrados, diez veces más que la superficie decretada tras el accidente de Chernóbil.

"El área de territorio potencialmente contaminado sería de hasta dos millones de kilómetros cuadrados, un área de tres veces Ucrania. El grado de contaminación de otros territorios de Ucrania y Europa, Rusia y Bielorrusia dependería del viento", afirmaba Lala Tarapinka, asesora del Ministerio ucraniano.

Los seis reactores cuentan con una protección de 10 metros de hormigón, haciendo que solo un bombardeo selectivo pueda romper la protección de los mismos. Sin embargo, los edificios que albergan los residuos radioactivos no cuentan con esa protección, así que cualquier ataque sobre ellos podría provocar una desgracia sin precedentes.