Los forenses han entrado por primera vez en las criptas de Cuelgamuros. El objetivo: exhumar a 128 víctimas reclamadas por sus familias. Todo va a tener lugar en el interior de la basílica. De esos 128 cuerpos, la mayoría están ubicados en las criptas adyacentes a la capilla del Santo Sepulcro, donde se buscan a 78 víctimas, y a la Capilla del Santísimo, donde se buscará ya en una segunda fase a 39. Hay, también, restos de víctimas en otras criptas, donde los técnicos entrarán más adelante.

En Cuelgamuros fueron enterradas, en total, 33.847 personas, el equivalente a la ciudad de Teruel. Precisamente, en las instalaciones del Valle se ha montado un completo laboratorio forense, con aparato de rayos X, microscopios, iluminación especial. Pero ¿cómo será el proceso de extracción de los restos? Primero, es necesario conocer que las cámaras donde se va a trabajar, de unos 105 metros cuadrados de superficie, con los columbarios apilados y en desigual estado de conservación, están en cinco niveles.

Se trabajará de abajo, desde el nivel 0, hacia arriba, hasta el nivel 4. Durante este proceso, lo que se encontrarán los especialistas en los columbarios son cajas de madera con anotaciones sobre los restos que contienen: lugar de origen, número de relación y de orden -que permiten su identificación- y, en el caso de ser colectivas, el número de personas a las que pertenecen los huesos. Cuando accedan a una de las cajas requeridas, se limpiará y examinará en el laboratorio. Se tomarán muestras de huesos o dientes y se cotejará con el material genético de los familiares.