El último "escándalo interno" de Vox ha sido el sonado abucheo que le dieron los propios afiliados del partido a Álvaro Díaz-Mell, candidato de Vox a la Xunta de Galicia por Pontevedra fue abucheado, en presencia de Santiago Abascal, líder del partido nacional. Para el periodista Antonio Maestre estas "disputas" acaban resolviéndose "purgando a los que acaban de abuchear y por tanto haciéndose cada vez más pequeños", afirma Maestre en Al Rojo Vivo porque argumenta que en el partido no se admiten disidencias.
Una de las salidas más sonadas e importantes del partido de ultraderecha fue la de Iván Espinosa de los Monteros y parece que que será próxima será la de Rocío Monasterio, que todavía y de momento, permanece en Vox: "Jose Luis Bustamante, número 2 de Rocío Monasterio, se ha ido porque sabe que con ella al lado, en Vox no tiene ningún futuro".
Y por su parte, "Rocío Monasterio cada vez está más denostada dentro del partido y todo el mundo sabe que no tiene ningún futuro y va a seguir el de Espinosa de los Monteros que era el hombre que le daba una cierta legitimidad dentro de los despechos que suele hegemonizar el partido de poder y él sí era un liderazgo que podía poner en riesgo a Abascal", afirma Maestre. Sin embargo, una vez fuera de Vox, "Rocío Monasterio será la siguiente porque no se admite ninguna disidencia", finaliza.