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Ángela Martialay ve débil la estrategia de Sánchez: "Va a ser muy difícil decir que estos eran tres garbanzos negros con los que apenas me crucé"

La periodista subraya que resulta "difícil de creer que Ábalos y Cerdán fueran solo militantes más, cuando fueron los secretarios de Organización designados por Pedro Sánchez para dirigir el partido".

Ángela Martialay ve débil la estrategia de Sánchez: "Pretende encapsular a tres personas y al PSOE, pero no al Ejecutivo, en el presunto caso de corrupción"

Para la periodista Ángela Martialay, el alcance del escándalo de corrupción que salpica al PSOE apenas comienza a vislumbrarse: "El tamaño del tsunami está empezando a emerger". El informe de la UCO —considera— es solo un punto de partida a partir del cual los investigadores podrán empezar a tirar del hilo de adjudicaciones sospechosas en obra pública. Según detalla, estas prácticas habrían comenzado en Navarra con Santos Cerdán y Koldo García, y, con la llegada de José Luis Ábalos al Gobierno, se habrían extendido desde el Ministerio de Fomento —y luego de Transportes— al resto del país.

Respecto a la estrategia del Gobierno, Martialay la resume: "Tratar de encapsular el caso en tres personas y desvincular al Ejecutivo y al PSOE del presunto caso de corrupción". Una estrategia que, en su opinión, resulta poco creíble. "Eso, y tirar de victimismo, no es verosímil cuando hablamos de Ábalos y Cerdán, que no eran dos militantes más, sino los secretarios de Organización que Pedro Sánchez eligió personalmente para pilotar el partido", apunta.

La periodista también subraya un patrón ya conocido en otros casos de corrupción: "Es muy significativo cómo, en los últimos días, quienes hablan con Ábalos y con Cerdán dicen en privado que no reconocen sus voces en los audios. Me recuerda a cuando Bárcenas decía que la letra de los papeles no era la suya. Esto ya lo hemos vivido".

Con ese precedente, Martialay advierte que la investigación continuará y vaticina que será difícil sostener que se trata de casos aislados: "Va a ser muy difícil decir que estos eran tres garbanzos negros con los que apenas me crucé".

Además de los presuntos delitos de corrupción y cohecho, Martialay pone el foco en el componente ético del caso: "Hay un punto de inmoralidad que no puede pasarse por alto. Eran corruptos, pero también llama la atención cómo hablaban de las mujeres. Pedro Sánchez recorrió con Koldo, con Ábalos y con Cerdán una campaña electoral en coche…".