Verónica Sanz ha querido recordar la agresión sexual que vivió en 2011 mientras realizaba un directo en la Tomatina para exponer cómo parece que las cosas comienzan a cambiar poco a poco.

La periodista ha confesado que en ese momento se sintió "extraña" y "angustiada". Sin embargo, decidió seguir adelante con su trabajo. "Cuarenta matones no me iban a impedir hacer mi trabajo, pero lo pasé mal", ha reconocido.

También ha recordado que cuando intentó contar a sus compañeros de plató lo que le estaba pasando para denunciarlo, recibió como respuesta que era una broma. "Se aprovechan porque no son tontos", le respondieron desde plató.

"Recuerdo lo extraña que me sentí y la angustia que pasé. No me van a frenar 40 matones, pero lo pasé mal y en el tercer o cuarto directo lo dije. Y lo que obtuve fue una broma. En ese momento te desactivan como una persona que está pasando por un momento delicado", ha relatado.

Una situación que había dejado en el olvido y que ahora, tras ver cómo una reportera pasaba por una situación parecida, ha querido volver a recordar para dejar constancia de cómo las cosas parecen estar cambiando.

Verónica Sanz ha destacado cómo, en el caso de la reportera a la que le han tocado recientemente el culo en un directo, sus compañeros no dudaron en denunciar lo ocurrido nada más verlo y el agresor fue detenido. "En el mismo estudio y desde la misma mesa, parece que las cosas han cambiado", ha señalado.