Que el bronceado sea algo saludable no debe servir como excusa para exponernos de más al sol. La clave para tumbarnos bajo el astro rey es tener en cuenta los niveles de vitamina D, que se activa gracias a la luz del sol, reduce el riesgo de algunos tipos de cáncer y mantiene los huesos fuertes.

Pero conviene no engañarse: para contar con un nivel aceptable de vitamina D, bastaría con poner al sol el dorso de las manos y la cara durante 15 minutos dos veces por semana.

Como el de la vitamina D, el bronceado está plagado de mitos y medias verdades. Saber responder a preguntas como las que planteamos a continuación te ayudará a tomar el sol con cabeza:

¿Comer zanahoria ayuda a ponerse moreno?

¿Debo tener más cuidado con las zonas tatuadas o con los lunares?

¿Hace falta protección si el día está nublado o estoy debajo de la sombrilla?

¿Debo protegerme del sol si me maquillo?

¿Y en el agua, cómo debo protegerme de los rayos del sol?

La razón de este vídeo de laSexta Xplica es precisamente prevenir sobre los riesgos del cáncer de piel, el más común de todos los cánceres. En los últimos 20 años, la incidencia del melanoma, el más agresivo de los tumores de cáncer de piel, se ha triplicado.