Con tan sólo dos años Terri Calverbert fue víctima de un incendio en su casa por un cigarrillo mal apagado de su madre en el cuarto de los niños. La pequeña tuvo quemaduras casi en la totalidad de su cuerpo, con daños que le dejaron sin rostro, sim manos ni rasgos renonocibles. Las personas que la consiguieron rescatar dijeron que parecía una pequeña muñeca quemada. Tras ser trasladada al hospital los médicos no le dieron muchas esperanzas de vida.

Ahora, 16 años después, y a pesar de que los médicos no confiaban en que sobreviviera, la joven sigue luchando aunque sufre complicaciones tanto médicas como sociales por sus quemaduras. Terri ha demostrado que los expertos estaban equivocados convirtiéndose en todo un ejemplo de vida.

Su vida no ha sido nada fácil, pero los doctores han intentado a lo largo de los años reconstruir el cuerpo de Terri de la mejor forma posible. Han trabajado en su cara, torsoy otras áreas importantes con múltiples cirugías intentando que vuelva su vida a la normalidad.