Sus padres, preocupados por su estado de salud, le llevaron a varios especialistas, pero ninguno encontró nada aparentemente anormal, más que su gran volumen de peso. Su madre, Rokayah Somantri, asegura que ya no sabe "ninguna manera" para evitar que siga subiendo de peso.

Esta enfermedad le ha provocado serios problemas de movilidad desde temprana edad. De hecho, estos problemas ya le impiden cualquier tipo de movimiento, por lo que no puede ni siquiera ir hasta la escuela caminando, como recoge el 'Daily Mail'.

Sus padres le han sometido a varias dietas intensivas, ya que temen que si la enfermedad sigue avanzando con esa rapidez su vida esté en serio peligro. Aunque reconocen que ya han desistido con la idea y el chico hace cinco comidas al día.