La peculiar cara de Monty, un gato que padece síndrome de Down, ha encandilado a los usuarios de las redes sociales y ha conseguido difundir el mensaje de que "la apariencia no importa". A través de las publicaciones que realizan sus dueños en Facebook , ha conseguido sumar más de 180.000 seguidores.

Sus dueños relatan que lo adoptaron cuando tenía tres años de vida porque "su dueño tenía demasiados gatos y se vio obligado a poner algunos de ellos en adopción".

Ahora el felino vive feliz en casa de Michael Bjorn y Mikala Klein que pretenden que Monty se convierta en un embajador para los gatos que sufren este síndrome.