La pequeña Adalynn Leary tenía miedo a dormir sola después de que su casa en Palmer, Alaska, fuese azotada a finales de 2018 por un terremoto de magnitud 7 en la escala de Richter.

Desde entonces había sufrido ataques de ansiedad y por ello, su padre le dijo que durmiera acompañada de su perra Fury, una hembra pitbull de 45 kilos que siempre ha estado a su lado en todo momento, según recoge 'Daily Mail'.

El vínculo entre ambas siempre ha sido fuerte y desde el temblor se ha intensificado. En el emocionante vídeo, que ya se ha hecho viral, se puede apreciar cómo Adalynn coge una manta para arropar a su amiga canina.