Ian Horsley, un hombre de 61 años de Milford Haven, Gales, ha sufrido un terrorífico accidente mientras limpiaba un cobertizo de madera de una anciana de su pueblo.
Según el diario 'Wales Online', el hombre estaba cortando madera con una sierra eléctrica cuando un descuido hizo que la hoja cortara su mano en dos, dejando solo su pulgar adherido al resto del cuerpo.
"Simplemente sentí este golpe y algo voló en el aire frente a mí", relataba al diario. "Cuando miré hacia abajo y vi que era mi mano, fue una visión horrible. Mi mundo se vino abajo", declaró.
Horsley y su amigo decidieron conducir ellos mismos al Hospital Withybush, en Haverfordwest, y no llamar a la ambulancia debido a la gravedad y urgencia de la situación.
Desde allí, fue trasladado al centro galés de quemaduras y cirugía plástica en el Hospital Morriston, en Swansea, donde se hicieron los preparativos para la cirugía y, 13 horas después, la mano estaba unida de nuevo a su cuerpo.
"El plan era coger tendones de mi pierna y venas de mi pie para reparar la mano, pero al final no lo necesitaron", contó.
Tras la operación, regresó a casa con su familia y se encuentra en un proceso duro y largo de rehabilitación. "Todavía tengo mucho camino por recorrer. Mi mano está rígida pero tengo movimiento; perdí el dedo meñique pero es un pequeño precio a pagar", explicó.