No solo la gente que comparte piso es víctima de los robos de comida, también en las oficinas se vive esa desagradable situación. A veces, no es suficiente con dejar notas sobre la comida o dividir las baldas del frigorífico para evitar que algún compañero se apropie de tu sándwich.
Esta mujer lo vivió en primera persona. Descubrió que el bote de leche condensada que tenía en la nevera de la oficina descendía considerablemente cada día. ¿El culpable? Un compañero que decidió que su café mañanero estaría más rico con esa dulce crema.
Cansada de la situación, decidió actuar en consecuencia y darle un escarmiento.
Cambió la leche condensada por su propia leche materna y colocó un pósit sobre el bote que decía lo siguiente: "Buenos días, espero que hayas disfrutado de mi leche condensada toda la semana... ¡Sorpresa! ¡Has estado bebiendo mi leche! Salud. Postdata: es orgánica, no te preocupes", según Daily Mail.
A su compañero le hizo tanta gracia la venganza que fotografió la nota y compartió la imagen en Facebook.