Un matrimonio y su hija han tenido que volar desde Mallorca a Birmingham sentados en el suelo del avión, ya que sus asientos no existían, según confirma la BBC. La familia Taylor había pagado algo más de 1.000 euros para regresar desde las Islas Baleares a Reino Unido, pero no contaban con este gran contratiempo.

A su entrada en el avión se dieron cuenta de que sus butacas, la 41 D, la E y la F no existían; en su lugar, bajo los rótulos había suelo enmoquetado. "Los tres nos miramos el uno al otro como diciendo '¿dónde se metieron nuestros asientos?'", ha declarado la madre, Paula Taylor, al programa 'Rip Off Britain: Holiday'.

Una vez entraron todos los pasajeros solo había un asiento libre que ocupó la hija del matrimonio y ellos ocuparon los asientos plegables de la tripulación.

No obstante, cuando la zona se llenó de carritos de la comida y de demás productos que estaba sirviendo la tripulación, tuvieron que abandonar el lugar y sentarse en el lugar donde debían de haber estado sus sitios. La menor les acompañó para no dejarles solos.

Tras haber hecho pública la historia, y haberse viralizado en redes sociales, la compañía les ha reembolsado el importe total de los tres billetes y ha explicado que no existían esos asientos debido a un cambio inesperado de avión en el último momento.