El niño comenzaba la divertida carta dándole las gracias a su madre por haberle mandado unos calzoncillos de repuesto: "Querida mamá: Ha sido buena idea que me mandaras ropa interior extra, ya que he tenido diarrea".
Siguiendo con la descripción de sus actividades en el campamento, el niño quiere tranquilizar a su madre por el tema de la alimentación, consciente de que es lo que más les preocupa.
"Me he comido más 'push-pops' (un caramelo) que ninguno. Me he comido 23 desde el lunes. Aún me quedan dos días. El récord está en comerse 37 y yo puedo batirlo. ¡Guay! ", asegura el original autor.
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Además, el niño quiere relatar con todo lujo de detalles lo bien que se lo está pasando realizando las actividades lúdicas del campamento. "Fui a dar un paseo a caballo y el caballo que iba delante de mi hizo tres enormes boñigas. Salió humo de la caca. Fue increíble", le cuenta.
También ha querido demostrarle a su madre que es capaz de resolver cualquier tipo de inconveniente que le suceda. "Uso mi cepillo de dientes para excavar en busca de gusanos. No te asustes, el chico de debajo de mi litera me deja usar el suyo. No sé su nombre, pero puede eructar el alfabeto como yo", le comenta en la carta.
Pero, en los campamentos de verano también sirven para aprender de los demás. "Un niño llamado Zack puede eructar el alfabeto al revés. Estoy practicándolo", le asegura para que vea que también está aprendiendo cosas nuevas.
"¿Sabías que puedes quemar los pedos? Te lo enseñaré el sábado", le escribe.
Para terminar, el crío le escribe en la postdata cosas que, por los nervios, se le ha olvidado comentarle. "P.D: Tus spaghetti son mucho mejores." y "P.D.2: Dile a mis hermanos que se guarden muchos pedos para el sábado", se despide.
El niño es hijo de la dueña del Blog Scary Mommy, quien decidió publicarlo. La carta está dando la vuelta al mundo a través de las redes sociales.