En Dublín, Irlanda, un hombre ha sido detenido después de acudir a comisaría y denunciar la mala calidad del cannabis que había comprado a un tercero, según ha recogido 'Irish Independent'.

El arrestado llegó a las dependencias policiales y sacó una pequeña bolsa de esta droga, ilegal en Irlanda, para que todos vieran que no era de la calidad que esperaba. Quería denunciar a su camello por haberle estafado, pero los agentes terminaron deteniéndole a él por posesión de estupefacientes.

Ahora, el juez encargado del caso le ha condenado a 200 horas de trabajo comunitario en lugar de la pena máxima de seis meses de prisión que pueden conllevar este tipo de delitos.

La condena ha podido ser reducida en parte gracias a los alegatos de su abogada, quien explicó que el hombre solo quería mostrar su "preocupación" ante la Policía por si la droga podía ser perjudicial para terceros. Además, el letrado consideró que ese comportamiento "poco racional" fue fruto de una "psicosis inducida" por el consumo de cannabis.