Varios vecinos de la ciudad de Chicago han visto envejecer a un hombre empujando un carro de helados con el logotipo 'Helados Poncho' en su ciudad, motivo por el cual uno de ellos ha decidido ayudarle conmovido por ver que el hombre seguía trabajando pese a su avanzada edad.

Fidencio Sánchez, el anciano de 89 años que empuja el carrito, se había jubilado hace unos años, pero la muerte de su hija le obliga a volver a trabajar. El hombre se dedica a vender helados y granizados por un euro en los alrededores del barrio de Little Village de la ciudad de Chicago.

Joel Cervantes decidió iniciar una campaña de crowdfounding para que el anciano deje de trabajar y pueda vivir una vida mejor. La iniciativa ha conmovido a muchísima gente y la campaña ha alcanzado los más de 118.000 euros.

En unas declaraciones para 'Chicago Trubune', Joel explica: "Me rompió el corazón ver a este hombre que debería estar disfrutando de la jubilación pero sigue trabajando a esta edad". Pese a esta iniciativa, Fidencio Sánchez ha dicho que quiere continuar trabajando.