Brenden es un niño norteaméricano que padece una extraña enfermedad llamada Síndrome de Desbuquois, consistente en una especie de enanismo que le obliga a estar conectado a una máquina de oxigeno todo el tiempo. Pero, a pesar de esta dolencia, lo único que le importa es ver caras de felicidad en todos aquellos que le rodean.

El niño pidió a sus padres y familiares que donaran el dinero de sus regalos de cumpleaños al hospital de niños Miracle Hendrick, en Texas, para ayudar a otros niños que están pasando por momentos difíciles como él.

Se trata de un gesto que ha impresionado al mundo a través de las redes sociales dado lo extraño que resulta que un niño de esa edad tenga un gesto tan solidario, en vez de pedir juguetes.