La afición de este niño, Campbell, es coser animales de peluche, mientras los otros niños juegan a videojuegos o a fútbol. Todo empezó cuando tenía nueve años, "le pregunté a mamá y papá si podíamos comprar regalos de Navidad para los niños en el hospital cuando me dijeron que costaría mucho. Entonces decidí hacerlos", explicó el niño a 'Today'.
"Tenía un patrón y quería hacerlo, sabía que podía fabricarlos si practicaba", confesó. Tras cinco horas de trabajo, tuvo su primer oso de peluche. Después de cada juguete, se sentía más seguro. Decidió que quería hacer un oso cada día, por ello llamó su proyecto: 'Proyect 365 by Cambell'.
Ahora hace juguetes para los niños de todo el mundo, pero todavía ofrece un peluche semanal en el Hospital Royal Hobart, en Tasmania. Le encanta ver cómo los niños enfermos se transforman cuando reciben los juguetes. "Ellos sonríen y algunos me abrazan. Esto hace que su día sea mejor ", dijo.
El menor usa su dinero para comprar las telas y los materiales. Además tiene un fondo de dinero que han donado o de subastas de peluches. Le encanta hacer animales peludos y coloridos. Además personaliza cada juguete con el nombre del niño en una de las patas.
Después del accidente en Dreamworld, el parque acuático, Campbell quería ayudar y hacer juguetes para los dos niños que perdieron a sus padres.
La madre está orgullosa de que su hijo use los peluches para llevar alegría a los niños en circunstancias trágicas.
Durante los últimos tres años, Campbell ha elaborado más de 800 peluches.