En Jharkhand, un estado del este de la India, es difícil ser mujer y tener infancia. con miedo a casarse con 14 años, y de caer en redes de explotación sexual, ya que según los cálculos, unas 30.000 niñas de Jharkhand terminan en redes de tráfico cada año.

Pero todo cambia con el fútbol. Rinky, jugadora de Yuwa, comenta que antes de jugar al fútbol "no me conocían, ahora ya saben mi nombre. Así, puedo tener más para desarrollarme como futbolista y como persona”.

Gracias a Yuwa, han podido dejar atrás, por unos días, aquéllos campos de fútbol “donde no hay hierba, está todo sucio, y ellas mismas tienen que segar el campo con sus pies”, según describe el entrenador y director de Yuwa, Franz Gastler.

Hicieron su sueño realidad: jugar en un campo de fútbol. Se sintieron verdaderas profesionales, se lamentaban de sus errores, pero no dejaban de luchar y aprovechar esta oportunidad que la Donosti Cup les ha ofrecido.