Jessi Tendayi trabaja como empleada de la cafetería de un hospital infantil de Illinois y es, posiblemente, la mujer más querida del centro hospitalario. Cada año cuando se acercan las Navidades, Tendayi pide hacer turnos extras en el servicio de comidas del hospital con el único objetivo de ahorrar dinero para poder comprar juguetes a los niños allí ingresados.

Su historia comenzó en el año 2009, cuando compró 100 juguetes para los niños. Ahora, siete años después, ha multiplicado por 10 sus regalos y se ha gastado 4.500 dólares, unos 4.300 euros, en 1.300 regalos que ya ha entregado a los menores enfermos.

Tanto los familiares como sus propios compañeros en el Hospital Trinity de Chicago, valoran enormemente la acción de Tendayi.

Según recoge el diario 'Chicago Tribune', la mujer explica que se le ocurrió la idea un día que estaba viendo la televisión y vio a niños que necesitaban regalos: "Me pregunté qué podía hacer y empecé a ahorrar para asegurarme de que los niños tenían algo con lo que jugar mientras se enfrentaban a su enfermedad y olvidaban su dolor".