A principios de año, el Departamento de Policía de Siracusa encontró a la perrita Jada y a su cahorro, Jinx, en unas horribles condiciones en un sótano de Nueva York. Los dos animales, sin comida ni medicinas y con claras evidencias de haber sido maltratados, llevaban años abandonados en ese lugar.

Tras denunciar a sus cuidadores, los cuales se enfrentan a cargos criminales graves por maltrato animal, la organización en defensa de los animales, Humane CNY, se hizo cargo de los perritos. Mientras trataban sus heridas y desnutrición, los cuidadores de CNY descubrieron que Jada tenía cáncer ramificado en su cuerpo y que ya había afectando a sus pulmones.

Ante la terrible noticia de que a Jada le quedaban pocos meses de vida, el equipo del refugio decidió crear una 'lista de los deseos' para que Jada viviera el poco tiempo que le quedara de vida con gran amor y felicidad, algo que le negaron sus anteriores cuidadores. Incluso, se ha creado en Twitter la etiqueta #heartsforjada para que todo aquel que quiera ofrezca sus propias actividades.

Comida, una cama caliente, un juguete al que morder... son algunas de las necesidades básicas que cualquier perrito debe tener, pero la lista de Jada no iba a ser tan simple. En ella, también se pusieron deseos más orginales como el deseo número 11, con el que Jada, por unos momentos, se convirtió en una estrella tras ser 'entrevistada' por una emisora local o el número 20, en el que un niño le leía un cuento.

Jada también compartió un día con los bomberos de la ciudad, llegando a pasear con ellos a bordo de uno de sus impresionantes camiones rojos, e incluso, recibió el prestigioso honor de ser nombrada 'Bombero del mes'. Aunque no sólo con los bomberos paseó Jada, esta valiente perrita también disfrutó de un paseo en un coche de policía.

Pero, sin lugar a dudas, el deseo que le hará más feliz a esta perrita es el número 21: "Enviar a mi hijo a la casa perfecta", seguro que las personas de Humane CNY cumplirán con este deseo, para que Jinx pueda conseguir la vida que sus anteriores dueños se negaron a darle.