Cristina y Federico son dos voluntarios que conocieron una familia iraquí con dos niños de nombre Ahmed y Mudafar días antes de venir a España, los pequeños sufren una enfermedad degenerativa que no puede ser tratada en su país, por lo que los voluntarios han decidido traerlos a España para que sean tratados aquí.

Los padres de los niños se sienten profundamente agradecidos y con un mucha esperanza ante este nuevo camino que se les abre. "Muchas gracias a la gente de España por ayudarme a mi y a mis hijos", comenta el padre.

Los dos sufren una grave enfermedad hepática degenerativa y huyeron del horror de la guerra de Irak, donde su padre combatía contra Daesh. Desde hace meses han estado malviviendo en una tienda de campaña del campo de refugiados de Kachika en Grecia y pese a la situación no han perdido la sonrisa.

Los voluntarios españoles que les cuidaron en Grecia han ido al aeropuerto, a recibirles con una cajas de fruta. "Melón, sandía... esto les vuelve locos", asegura una de las voluntarias. "Hemos podido entregarle esa cestita que teníamos preparada para ellos. Nos abrazamos, lloramos y nos dijo que nosotros eramos su familia y que estaba muy feliz de poder saludarnos", comenta la chica.

Su destino final será Sevilla, donde van a tener un hogar y van a recibir por fin todos los cuidados y tratamientos que necesitan.