Haragán, egoísta, animal, son los insultos y burlas que Anthony Torres tuvo que soportar cuando se viralizó un vídeo que le muestra afeitándose, con sorprendente pulso, en un cercanías y tirando los pelos y espuma al suelo.

Él pedía compasión: "¡No soy una mala persona!". Porque hay más detrás de este desafortunado momento. Anthony había agotado el tope de días en un albergue neoyorquino. Al salir, le habían asaltado y pidió ayuda a sus hermanos, que le pagaron el billete a casa de uno de ellos: "¡Yo sólo quería aparecer presentable!" confiesa Anthony.

Tras conocerse los detalles de esta triste historia, las redes se dieron la vuelta y una cuestación en línea ha recaudado ya unos 35.000 euros para este enfermo y sintecho crónico. Moraleja 'muy 2.0': no prejuzguemos tanto, ni seamos de 'gatillo tan fácil' en las redes sociales.