Amjad es un refugiado sirio que ha conseguido llegar a España. De los pocos, lleva dos años y asegura que no fue un camino fácil.

"Era un camino un poco largo. De Siria tenía que ir a Líbano y después a Argelia cruzando fronteras ilegalmente", explica. Su petición para el Gobierno español es clara: "abrir fronteras y conseguir vías legales y seguras".

España se comprometió a acoger, antes del 26 de septiembre, a 17.337 refugiados. Por ahora sólo son 1.304. Por ello, más de 50 organizaciones se han unido para exigir al Gobierno que cumpla y ampliar los planes de acogida.

"Para que los refugiados que huyen por temor a perder la vida, lleguen a los países europeos en condiciones de seguridad y no se jueguen la vida en el Mediterráneo, no tengan que recurrir a mafias", afirma Mónica López, directora de CEAR.

Una situación que se agrava si hablamos de niños. "Entre el 30 y el 40% de las personas que han huido de la guerra son niños y un gran número de ellos vienen viajando solos", apunta Andrés Conde, director 'Save The Children' en España.

La sociedad ya ha mostrado que está más que comprometida. Ahora sólo falta que, de una vez, lo haga el Gobierno.