La asociación conservacionista WWF ha realizado un balance de la incidencia de linces fallecidos en el año 2017 tildando de "desesperante" el número de los mismos en Andalucía, sobre todo por atropello (hasta 17), para lo cual el colectivo ya plantea pedir fondos europeos bajo la premisa de 'reverdecer' carreteras.

"Hay que empezar a pensar en proyectos específicos no para la conservación de las vías, sino para hacer más 'verdes' las infraestructuras", ha precisado el responsable del programa Iberlince de WWF España, Ramón Pérez de Ayala, para el que la situación es "bastante preocupante", si bien ha matizado que, con todo, las cifras de población "progresan adecuadamente".

En opinión de Pérez de Ayala, "cada vez hay más población y, por ello, más frente abiertos, es complicado apagar todos los fuegos".

En lo tocante a los atropellos, hasta el año pasado, según expone, los 'puntos negros' estaban controlados, algo que se ha perdido este año, pues, si bien siempre habrá casos en puntos aislados con mucha dificultad para hacerse con ellos, "en la A-4, a su paso por Jaén, y la carretera de Montoro se han dado varios casos".

Hay convenios de actuación firmados con actuación comprometida que, pese a todo, no acaban de llevarse a cabo, ha explicado el responsable del programa Iberlince de WWF España, que apuesta por plantear "ya" la necesidad de fondos para estas actuaciones y que así el lince deje de ser "chivo expiatorio", ya que, de hecho, los atropellos incluso suponen problemas de seguridad vial.

Sí se ha logrado, según Pérez de Ayala, una buena coordinación con las unidades sobre el terreno y que cualquier falla que se detecte en el vallado sea arreglada con cargo a los presupuestos de mantenimiento, algo que "frena mucho los atropellos".

Por lo demás, en cuanto a las otras causas de muerte, ha señalado que aunque no hay que bajar la guardia respecto a los casos de furtivismo, los mismos son "puntuales", y que "curiosamente suelen darse años buenos y malos en este ámbito de manera alterna".

Asimismo, en cuanto a los ahogamientos en balsas, se trata de tapar pozos y poner escaleras y plataformas flotantes para que los animales puedan alcanzarlas, algo en lo que se está incidiendo, sobre todo, en la zona de Doñana, si bien "hay tanta balsa que de vez en cuando no llegas".