Después de la polémica antitaurina desatada con el Toro de la Vega, comienza otra celebración en la que los animales son malheridos hasta la muerte. Los vecinos de Algemesí tienen visiones variadas sobre esta fiesta. "Nos gusta, aunque si no les matasen mejor", otros opinan que es una tradición "que hay que mejorarla".
Perfeccionar estas becerradas es algo que ya se han encargado desde la Comisión Taurina del pueblo, en la que aseguran que los jóvenes borrachos no saldrán al ruedo y por primera vez los mozos han recibido cursos impartidos por expertos novilleros.
Toni Camarasa, vicepresidente de la Comisión taurina, defiende que "llevan un mes preparándose con profesionales de la materia, siempre con respeto hacia el animal van a intentar hacerlo lo mejor posible". También, dentro de este perfeccionamiento esta una nueva medida en la que solo se permitirá matar al animal de dos estocadas como máximo.
Pero estas buenas palabras no convencen a los antitaurinos, que han vuelto a manifestarse para que se prohíba la fiesta. Jesús Frare, desde la Iniciativa Animalista, asegura que "gente desde "Según los reglamentos no se permite que la gente hasta arriba de alcohol toreen". Por ello, exigen que se celebre un referéndum entre los vecinos para saber si quieren que espadas de 80 centímetros acaben con la vida de estos toros de dos años.
Algunos vecinos esperan que poco a poco estas becerradas vayan acabando, mientras otro, opinan que deben continuar. Las imágenes de las becerradas solo se verán si alguna cámara oculta consigue captar como dan muerte a los animales, ya que a los medios no se les permite grabar la fiesta.