Un grupo de personas se ha vuelto a acercar durante la tarde de este miércoles al cuartel de la Guardia Civil de Barbate, horas después de que este martes una veintena de personas golpease la puerta de las dependencias policiales y amenazaran a los agentes que se encontraban en el interior. Algunas de estas personas estaban siendo buscados después de saltarse un control.

Los individuos han aprovechado un momento en el que ha disminuido la vigilancia en el exterior para volver a increpar y amenazar a los agentes. Por el momento, se ha detenido a tres personas pertenecientes a una misma familia conocida como el clan de los Guzmán Estévez.

Allí estaban de nuevo esta tarde, recriminando en la puerta la detención de un hombre. "¡Han secuestrado a mi niño!", clama una de las mujeres que, a su vez, repite "¡yo no me voy de aquí...!". Mientras que otra cuestiona"¡dónde está el niño ahora, por la cara! ¡Dónde está!".

A medida que pasaban los minutos, la tensión ha ido en aumento, después de una intensa mañana de registros y controles por tierra y aire en los que se buscaba a cuatro personas que este martes se dieron a la fuga después de ser parados por la Guardia Civil. Manuel González, portavoz de la Comandancia de la Guardia Civil de Cádiz ha explicado que "este vehículo es interceptado por los compañeros se identifica a las personas. Cuatro varones adultos que empiezan a increpar y a insultar a los agentes".

Un rato más tarde los mismos protagonistas, junto con más familiares se presentaban en el cuartel con más insultos y amenazas. Pero, ¿quiénes son los Gúzman Estévez? Esta familia reside en la barriada de El Pinar, una zona desfavorecida en el corazón de la localidad gaditana de Barbate.

Una familia conocida en el barrio, formada por tres hermanos y dos hermanas. De hecho, varios de sus miembros tienen antecedentes por tráfico de drogas, agresiones y resistencia a la autoridad.

A pesar de ello, a última hora de la tarde de este miércoles no quedaba nada del dispositivo policial desplegado. De hecho, han recomendado a los periodistas de laSexta que abandonaran el lugar, puesto que también ellos han sido increpados en las últimas horas.

Por su parte, el ministro de Interior Grande-Marlaska ha quitado hierro al asunto asegurando que lo sucedido no es más que un incidente que podría haber ocurrido en cualquier otro barrio de España.