El volcán de La Palma afronta su día 45 de erupción con un aumento en la emisión de cenizas -que cubre ya 7.000 hectáreas de terreno y ha llegado a superar los 2.400 metros de altura- y del aporte de lava a las coladas. En las imágenes aéreas sobre estas líneas se puede observar la inmensidad de la erupción volcánica. Grandes ríos de lava, tubos volcánicos, cascadas a 1.000 grados...
Preocupa la alta emisión de cenizas que ha empeorado la calidad del aire, especialmente en el Valle de Aridane, donde los vecinos deben llevar mascarillas FFP2 y permanecer el menor tiempo posible en la calle. Esto se debe a que continúan altas las concentraciones de dióxido de azufre (SO2) y de partículas de menos de diez micras que salen del nuevo volcán de Cumbre Vieja. A esta situación se suma un régimen de vientos que está impulsando cenizas hacia otras islas, lo que complica el tráfico aéreo.
Debido a las concentraciones de dióxido de azufre, las clases presenciales seguirán canceladas este miércoles en ese municipio y en los de El Paso, Los Llanos de Aridane, Tazacorte y Tijarafe.
Además, la ceniza podría afectar a los aeropuertos de El Hierro, La Gomera y norte de Tenerife (donde se han tenido que desviar ocho vuelos), además de el de La Palma, durante las próximas 36 horas, según estima el comité científico del Pevolca. Este miércoles se reforzará el servicio de ferrys ante la previsión de que se puedan cancelar más vuelos y para evitar las aglomeraciones que se han producido.
Ante esta situación, los equipos trabajan a contrarreloj retirando las cenizas de los tejados porque con la lluvia podrían multiplicar su peso por tres y poner en riesgo las estructuras. También es peligrosa la ceniza de la carretera, que al mojarse forma una masa resbaladiza.
Por otro lado, en las últimas horas, la colada más al sur ha registrado el mayor movimiento y aporte lávico, generando una nueva colada que amenazaba la carretera utilizada para ir hacia Puerto Naos, aunque esta colada ya se ha frenado.
El alcance del volcán
En toda la isla, la superficie afectada hasta el momento alcanza las 977 hectáreas y una anchura de 3.100 metros. Según los últimos datos de Copernicus, hay unas 2.716 edificaciones afectadas. Mientras, la morfología del cono principal sigue cambiando de manera reiterada por los sucesivos procesos de crecimiento y reconfiguración y no se descarta que la lava pueda tomar nuevas direcciones.
Mientras, la sismicidad continúa localizándose, principalmente, a profundidades entre 10 y 15 km. La magnitud máxima ha sido 5.0 mbLg a una profundidad de 38 km.