Las coladas no avanzan hacia adelante pero sí hacia arriba. La imagen sobre estas líneas es muestra de la inmensidad que alcanzan algunas de las coladas.

Y es algo que preocupa ahora a los expertos. "Si esta lava se vuelve inestable porque hay un empuje o por cualquier problema puede deslizarse por los lados", explica el geólogo y divulgador científico Nahúm Méndez Chazarra.

La lava ha cambiado con el paso de los días. Antes avanzaba sobre terreno sólido, sin embargo, ahora lo hace por encima de otras coladas, a diferentes temperaturas y con interacción de fluidos y se forman canales por los que circula la lava nueva dentro de las coladas más antiguas.

En la imagen que acompaña estas líneas, uno de los técnicos autorizados en una zona de exclusión de La Palma, se sitúa frente a la colada. Un muro de hasta 20 metros de alto, aunque en otros puntos se está llegando ya a los 80 metros. Son coladas que pesan mucho y que tienen resistencia al flujo de lava, pero cuando no se pueda contener esa resistencia, se moverán.

Un ejemplo de ello es la colada en Las Manchas. Allí hoy se ha reactivado, creciendo y ensanchando ante la impotencia de los vecinos, que han visto como arrasaba más viviendas.

Todo tras 40 días de erupción y en un momento en el que los datos no reflejan que el descanso del volcán esté cerca.