Donde fuego hubo cenizas quedan; precisamente la imagen que da Cumbre Vieja y La Palma tras casi un año después desde la fatídica explosión volcánica que perduró tres meses. Las calles y montañas que antes podían verse con total claridad hoy en día están enterradas en cenizas y roca negra, un contraste total con lo que alguna vez fue.

Un usuario de Twitter compartió la imagen que fue el detonante de la conversación. En la foto se puede observar el final de la carretera San Nicolás cerca del volcán, ahora cerrada por los restos de la lava que engulleron el camino, sin embargo, el “antes” que proporciona Google Street View es una visión muy diferente: la carretera que continúa hacia el horizonte, despejada y rodeada de árboles. Una comparación dantesca que muestra todo lo que el volcán se llevó.

En la foto se pueden apreciar algunos árboles en pie, una pequeña fuente de esperanza de recuperar la vegetación del lugar. Sin embargo, la restauración de la flora del lugar depende de muchos factores. Un estudio sobre la recuperación de la vegetación, publicado en ‘NPS Scientific Monograph’ de Servicio Nacional de Parques (NPS por sus siglas en inglés), explica la importancia del clima, la cantidad de agua y el nivel de devastación. En áreas afectadas por la ceniza la vegetación podría crecer más rápidamente porque la ceniza tiene minerales, mientras que en las áreas sumergidas en lava se ve progreso más lentamente.

Pero un progreso lento sigue siendo un progreso, la lava crea un suelo completamente nuevo donde tienen que volver a generarse los ecosistemas desde cero. La primera vegetación que suele aparecer es la ‘algae ‘y subsecuentemente otros tipos de vida vegetal.

Sin embargo, donde nazca un árbol no se volverá a erigir la vivienda de las familias afectadas por la erupción. Hoy en día sus casas siguen enterradas en ceniza sin posibilidades de acceder a ellas, el día que cerraron la puerta de sus casas también fue la última vez que lo harían. Para contrarrestarlo, el gobierno de La Palma repartió más de siete millones de euros en ayudas económicas para familias desplazadas y/o por perdida de viviendas y dio una ayuda adicional de 10.000 euros por la pérdida de vivienda a más de 600 familias.

Por ende, las secuelas de la erupción de Cumbre Vieja todavía afectan a la isla en muchos aspectos. La vida se paralizó durante esos tres meses para los afectados, y aún después de su cese las consecuencias las siguen viviendo. Pero hasta que Google no actualice sus imágenes de La Palma, seguirá siendo posible ver lo que antes había.