El Campo de Montiel es oficialmente un desierto demográfico. Se ve desde arriba y se siente a ras de suelo. Lo mismo sucede en Fuenllana: nadie. Es una de las zonas con la renta media más baja de toda España. No hay industria, no hay trabajo.
La edad media allí es de 70 años. Pero por alguna razón tienen pista de pádel nueva. En los últimos nueve años se ha marchado de aquí uno de cada tres vecinos. Y el pueblo ha caído en picado. Han cerrado la escula porque El último niño nació hace cinco años, así que la escuela está cerrada.
El médico se lo han quitado. Ahora sólo está tres días por semana. La farmacéutica ni se acuerda cuándo vendió pañales por última vez. "No puede ser que vivir en un pueblo como Fuenllana o Albadalejo signifique convertirse en un ciudadano de segunda, tercera o cuarta categoría", ha denunciado Javier Doménech, miembro de la Asociación 'Paisano Sancho' de Campo de Montiel.
La administración parece que se resigna. Han cambiado los columpios para niños, por relucientes máquinas de ejercicio para mayores. Eso sí, no hay nadie que las use.