Victoria de Castro, de 94 años, ha hecho honor a su nombre, ha ganado tras conseguir echar de su casa a unos okupas. Esta anciana residente en Portugalete, Bizkaia, recibió uno de los golpes más grandes de su vida cuando llegó a su casa después de pasar varios días fuera visitando a su hermana.
En el número 66 de la calle El Progreso encontró una familia desconocida: habían okupado su casa de toda la vida. Sí, a los 94 años. "No me dejan ni coger la ropa", aseguró a sus vecinos apenada y sin poder volver al lugar donde tiene todos sus recuerdos, toda su ropa, en definitiva, toda su vida.
Afortunadamente, Vitori, como así la suelen llamar, ha conseguido expulsar a esa familia que había invadido su vida. Y lo ha hecho gracias a un gran grupo de manifestantes que este jueves por la noche se agolparon frente a la vivienda para ayudarla.
Los okupas, al verse rodeados por cientos de personas que gritaban "¡fuera, fuera!" pidieron ayuda policial y salieron escoltados en medio del tumulto. La tensión fue tal que tuvieron que desplazarse hasta allí 20 ertzainas y cuatro patrullas de la Policía Local.
Familiares de la víctima han asegurado que Vitori no ha podido volver aún a la casa ya que se encuentra muy afectada y apuntan a Diario Vasco que al entrar han descubierto que faltan numerosas pertenencias de la mujer: "Los cajones y armarios están vacíos y faltan hasta las colchas".
A pesar de todo, han agradecido el apoyo recibido y el calor de los vecinos: "Si no es por el pueblo no se hubiera conseguido". Victoria ha ganado.
Otro gasto más
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